“Empecé a fumar cuando tenía 16 años, ¡hace 20 años! Mis hijos me habían estado pidiendo por años que dejara de hacerlo. Así que me inscribí al programa de Quitline y me enviaron un paquete con materiales informativos. Seguí la información incluida en los materiales, elegí la fecha en que iba a dejar de fumar como decía el folleto y me mantuve enfocada en ella. ¿Y adivinen qué? Después de haber fumado por tanto tiempo, ¡pude dejar el cigarro! Para mí, funcionó dejarlo de golpe (con la ayuda de muchas mentas). Mis hijos están muy contentos que lo hice”.