Solo han pasado 10 días desde que dejé el tabaco, pero me siento mucho más segura en este intento que en los otros que he tenido. Solo necesito vivir un día a la vez y felicitarme cada día que siga sin fumar. Me siento mejor esta vez porque he aprendido de mis intentos anteriores, y estoy recibiendo muy buen apoyo de mi asesora y psicóloga. Continuaré rezándole a Dios para que me ayude a mantenerme alejada del tabaco por el resto de mi vida.