“Una vez pude dejar de fumar por dos años, así que estaba seguro de que podría hacerlo otra vez. En lugar de parar de golpe sin apoyo alguno, me comuniqué con Quitline para aumentar la posibilidad de dejar el tabaco para siempre. Durante dos meses, exploré y volví a explorar las razones, los antojos y las estrategias para dejar el tabaco con un fuerte enfoque en evitar volver a fumar. Con la ayuda de mis asesores de Quitline, me di cuenta de que mantenerme alejado de otros fumadores y evitar áreas para fumar me ayudaría mucho. También utilicé el parche de nicotina para permitir que mi cuerpo se adaptara gradualmente a cantidades menores de nicotina. Ahora estoy al final del programa y seguro de que esta vez he dejado de fumar de una vez por todas. Estoy completamente convencido de que los cigarros son asquerosos. No quiero fumar nunca más”.